El otro día, en un paseo por la costa, hice varios dibujos en Bañugues. Aunque había sol, hacía bastante frío, porque soplaba una castaña de nordeste, que le daba a la mar un color intenso. Así que los dibujos fueron rápidos; unos cuantos trazos de rotulador negro en el cuaderno.
Esta mañana, en casa, éste en concreto pedía color a gritos, así que se lo añadí digitalmente.